Una chica de andar sereno, despreocupado, de ojos verdes y cabello despeinado. Una chica que sigue sus pasiones y escucha su corazón. Un espíritu libre…en su forma de vivir, de relacionarse, de dar y recibir.
En constante búsqueda, dejó su Montevideo natal y se fue a La Plata, Argentina, a estudiar música. Luego de un tiempo, su voz nómade la invitó a recorrer caminos desconocidos para encontrar el origen de ciertos ritmos musicales. De esta manera, calzó la mochila al hombro y se fue con unos amigos a recorrer la costa de Uruguay y el sur de Brasil. Una decisión lo cambiaría todo…continuar el viaje en solitario.
1-¿Que te impulsó a querer viajar de esta manera?
Cuando me empecé a interesar por la música. En principio quise estudiar algo que tuviera que ver con eso y me fui para Argentina, donde estuve 2 años estudiando másica popular. Ahí empecé a conocer otras cosas y me di cuenta que quería conocerlas en el lugar donde se gestaban. Así me empecé a vincular con Brasil, que en realidad siempre me gustó un montón. Decidí dejar la carrera y viajar a Brasil. Salimos con unos amigos y ahí empezó la movida.
2 -¿Cuál fue el destino que más te sorprendió?
Cuando empezamos a viajar con mis amigos hicimos la costa de Uruguay, fuimos tocando y vendiendo comida. Ahí recorrimos desde Atlántida, pasamos por Piriápolis, Valizas, Punta del Diablo, La Paloma. Luego cruzamos a Brasil, haciendo Florianópolis, 4 Ilhas, Bombas y Bombinhas.
Cuando estábamos en Florianópolis, quedábamos dos, el primo de un amigo y yo. El quería ir para Buzios. A mi me habían comentado cuando vivía en La plata de un lugar que se llamaba Paratí. Yo nunca había visto fotos ni nada, pero me dijeron que me iba a encantar. Y con este chico habíamos hablado que cada uno cuando quisiera hacer algo por su cuenta estaba todo bien, así que ahí arranque sola para Paratí.
Por couchsurfing contacté con un chico argentino. Derrepente vimos que teníamos muchas cosas en común, incluso amigos, había vivido en La Plata, así que eso fue excelente. Llegué a Paratí, pensé que iba a estar unos días y terminé estando 1 año. Fue una locura ese lugar, me encantó.
3-¿ Como te manejaste con el idioma y las diferencias culturales?
Yo había estudiado portugués antes de ir. Incluso en el momento que quería estudiar, mi destino anterior a La Plata era una escuela de música en San Pablo. Así que ya me había puesto a estudiar portugués y percusión, sobre todo pandeiro. En el liceo también otro poco. Cuando llegué tenía una base de portugués. Eso me sirvió para manejarme un montón, pero cuando empecé a conocer gente del lugar me di cuenta que mi base era muy básica. Ahí fue donde empecé a aprender realmente el idioma, así que fue mas con la gente directamente.
4-Contanos alguna experiencia o anécdota viajera.
Cuando llegue a Paratí la idea era quedarme 5 días, lo pactado por couchsurfing. Cuando llegué, me di cuenta casi al instante que me quería quedar. Fue muy loco, me sentía como en casa, pero a la vez no conocía nada. Era hermoso el lugar.
Llegué super bien a la casa, el loco me esperó con licuado, hicimos un asadito a la noche, fue todo hermoso. Pasaron 3 días que volaron. Al tercer día me empecé a poner nerviosa porque me tenía que ir de la casa. Me quedaba muy poca plata porque yo venía laburando y en Paratí no laburé.
Mi amigo, en ese momento conocido, trabajaba en un hostel a la noche. Yo no había salido, si ido a la playa, pero de noche no había visto la ciudad. Esa noche dije que iba a salir, estaba con la cabeza que no sabía que hacer. Fui para el centro, encontré un barcito donde iba a tocar una gente, estaba todo armado. Entonces les pregunto en mi portugués más básico que que iba a haber. Uno de ellos me comenta que tocaba la guitarra y el otro la batería. No se como le empecé a contar la situación. Andá a saber como le conté, me empezó a preguntar si estaba bien, si quería tomar agua, algo para comer. Yo le decía que estaba todo bien. Y ahí me empezó a decir donde vivía, que había un camping que era barato, que tranquila, que iba a salir todo bien. Me fui con otra energía totalmente. Al otro día conseguí trabajo.
El loco me dijo donde estaba parando, si quería quedarme en su casa, porque justo el viajaba para la Argentina 15 días. Así que podíamos quedarnos 15 días juntos y después 15 días yo sola con la casa. Un mes me daba tiempo para juntar plata y para alquilar, que fue lo que hice después. Estos músicos después resultaron ser mis amigos, me terminé mudando a un lugar enfrente a donde estaban ellos. Se dio todo increíble, así que fue re loco ese momento.
5-¿Tuviste miedo o ganas de abandonar en algún momento?
Miedo tuve un poco cuando llegué sola a Paratí. Derrepente estaba llegando a la casa de alguien que no conocía, estaba llegando a una ciudad que no conocía. Tenía un mapita dibujado de como llegar a la casa. Con mis amigos era diferente, mi amigo era artesano, así que íbamos conociendo gente, otros artesanos, teníamos tratos con brasileros. Pero derrepente estaba sola con el idioma, con el lugar. En ese momento sentí un poco de miedo. Pero cuando llegué a la casa el miedo se me fue. Fue corto el tiempo. Entre el viaje que salí sola de Florianópolis a San pablo que no conocía la terminal, tomarme un bus. Así que me duró dos días.
6-¿Cómo fue la experiencia de vivir en Brasil? Porque es diferente a estar moviendote de un lugar al otro. ¿Cómo fue para vos?
En principio, cuando salí a viajar pensaba que quería viajar de esa forma. Pero descubrí que me gusta estar en un lugar durante mucho tiempo. Un año me parece un buen tiempo para conocer el ritmo de la ciudad. La gente que vive ahí realmente. Para aprender las costumbres y lo que está sucediendo. Cuando estas menos tiempo no llegas a esa profundidad. Además me era muy agotador estar moviéndome todo el tiempo. No era mi forma, a mi me gusta parar un poco también.
Me encantó poder conocer el clima en el transcurso del año, la gente en el año, la diferencia que hay en momentos de turismo como el verano y año nuevo. Es una ciudad que tiene eventos mensuales, entonces todos los meses hay un momento donde se llena y otros donde queda vacía.
Poder conocer esos recovecos con la gente del lugar mismo, o con otras personas que no eran de ese lugar pero que vivían hacía mucho tiempo ahí. Entonces era otra cosa, me siento parte de la ciudad y no del turismo. Me gusta eso.
7-En Paratí trabajaste, ¿Cómo fue tu experiencia trabajando en hostel?
En el hostel yo trabajaba en limpieza y en el café de la mañana, después trabajé un poco más en recepción cuando me cambié a una posada. Me encantó la mayoría de las cosas. Lo que no me gustó tanto, era que era super exigente en momentos de turismo. Derrepente era mucho trabajo para la cantidad de gente que había.
Conocí mucha gente, aprendí un montón de cosas, palabras en distintos idiomas, costumbres de diferentes países y eso estuvo demas. La verdad que el laburo del hostel me encantó.
8-¿Cómo fue volver a la rutina después de esta aventura?
Fue intenso. Llevaba una forma de vida super diferente. Vivía en una ciudad que era en la playa. Quieras o no con Montevideo tiene que ver, el tema de tener vista al mar. Tener eso es algo que yo necesito siempre, para mi es fundamental, entonces en ese sentido estaba mas o menos cubierto. De todas formas yo iba mucho más, laburaba sobre la playa, todos los días tenía que hacer ese camino. El estilo de vida era mucho más sano, mucha fruta, muchas de las comidas eran diferentes. Además estaba tocando todo el tiempo. Estaba en un ritmo de vida que disfrutaba mucho. Decidí volver a Montevideo para irme de nuevo y al final me terminé quedando por circunstancias. Estuvo bueno, pero al comienzo fue complicado volver al lugar donde yo estaba siempre pero con otra cabeza, con otras ideas. Fue complicado pero bueno, se pasó.
9-¿Cambió tu forma de ver el mundo después de esta experiencia?
Si, mucho. Empecé a ver cosas que para mi eran importantes. Había cosas que no les prestaba tanta atención, las cosas más simples las empecé a ver con otra cabeza. Se empezaron a simplificar muchas cosas que yo sentía que requerían otra forma. Me cambió mucho. La forma de interactuar…el estar en contacto todo el tiempo con gente.
Si bien siempre fui una persona de muchos amigos y de hablar con todo el mundo, ahora voy por la calle y saludo a la gente, derrepente conozco a todo el barrio, tengo otro vínculo, no tan encerrado como es en la ciudad. Estar en casa, salir, volver. Mas allá de que obviamente hago esas cosas, ahora va por otro lado.
10-¿Una reflexión final?
Es algo que quiero seguir haciendo, quiero seguir viajando, te abre mucho la cabeza, a conocer y conocerse a si mismo. Cuando estas en la comodidad de tu país no sucede o no te las planteas, o no lo ves de esa forma y cuando estas viajando suceden otras cosas que te hacen repensar. Ver como reaccionas frente a ciertas situaciones, que después las empezás a aplicar en tu vida. Para mi el viaje es algo que no va a parar nunca.
Que linda experiencia! Me imagino que fue inolvidable! Que loco todo! Pero que enriquecedor debe haber sido… en mi experiencia viajar suma muchísimo! Salir de la zona de confort te cambia totalmente! Súper recomendable!