Un navío en tierra, una península cual proa proyectada hacia el mar, espuma oceánica que flota y juega a cruzar la calle. Cemento, pinares y olas con un sol de oro que baña la costa. Edificios que desafían las alturas, barrio jardín, playa mansa, playa brava, tranquilidad y fiestas. Punta del Este es un destino de contrastes.
En sus albores el denominado pueblo Ituzaingó, pasó a llamarse en 1907 Punta del Este, tal como se lo conoce hoy en día. Soñado por sus primeros pobladores como lugar de descanso fue encantando a quien pisaba sus arenas transformándose con los años en un polo turístico sin precedentes en Uruguay. Sus islas, su mar, sus atardeceres y sus sierras a la lejanía, hacen de estas tierras un verdadero paraíso.
Innumerables figuras pasaron por aquí, políticos, poetas, artistas. Ese crisol hizo y hace parte de la cultura e historia del balneario. Desde Antonio Lussich, que dejó en la zona de Punta Ballena un Alboretum con más de 400 especies vegetales, hasta el empresario Juan Gorlero que proyectó diferentes iniciativas para el desarrollo del balneario. En estas tierras econtraron inspiración artistas como Páez Vilaró pintando sus soles por los confines más lejanos, hasta músicos como Vinicius de Moraes y Astor Piazzola.
No es necesario aclarar porque tantas personas visitan Punta del Este, aunque sí es necesario mencionar que su encanto escapa a los meses estivales. Punta del Este cambia de piel en cada época del año y puede pasar de estar masificada a casi desolada en invierno. Creo que éste fenómeno se debe en parte a la falta de información o promoción de las actividades que hay para hacer fuera de temporada.
Por eso el grupo de Travel Experience se propuso desentrañar parte de sus atractivos e invitarte a descubrir o re-descubrir este destino. Durante el 30 de noviembre y el 01 de diciembre realizamos la segunda edición en Punta del Este gracias a muchas marcas que nos acompañaron. EUROPCAR nos facilitó nuevamente los vehículos para trasladarnos y llevar los equipos de forma mas cómoda. La Selva también nos acompañó con sus productos (yerbas y tes) para amenizar los momentos compartidos. Hotel San Remo nos abrió sus puertas durante el fin de semana para descansar en sus instalaciones y Daytorus4u nos proporcionó paseos increíbles. Gracias también al apoyo del programa Focus de Azul Fm, a Leonardo Maiche de Discover Punta del Este y al Municipio de Punta del Este por el apoyo brindado durante ambas jornadas.
Llegada a la península
Arrancamos la jornada haciendo ruta con un sol espléndido, amigos, mate y esas vistas características de las sierras que nos regala Maldonado. Al llegar nos fuimos a instalar al Hotel San Remo, nuestro lugar de descanso durante el fin de semana. Allí nos reunimos con Luis, Evangelina y Lucas que habían llegado el viernes desde Colonia. Luego nos encontramos con Carina que es locataria, tiene la suerte de vivir en esta hermosa ciudad desde hace un año. Así que la mañana de sábado fue de reencuentros y salida fotográfica.
La primer parada de la jornada fue en el famoso monumento «Los dedos», obra del chileno Mario Irrarázabal. Construida en 1981 en la parada 1 de Playa Brava, se convirtió en un símbolo distintivo de la ciudad. Se trata de una mano que emerge de la arena y simboliza al hombre surgiendo a la vida.
Desde allí nos dirigimos al puerto de Punta del Este para almorzar al lado del mar y disfrutar no sólo de la deliciosa gastronomía sino también de las hermosas vistas.
Viña Edén
Nuestra segunda parada del día fue Viña Edén, ubicada a unos 12 km de Punta del Este. Mientras recorríamos el camino hacia la viña recordé las palabras de mi maestra de escuela «el territorio uruguayo es suavemente ondulado». Esas sierras que adornan las vistas desde la ventana del auto son las mismas que mil veces nos hicieron pintar cuando calcábamos los mapas de nuestro país en clase.
Y es que si, Uruguay siempre fue sutil, condición que abarca no sólo a su gente sino también a sus paisajes. Uruguay no tiene grandes montañas, ni enormes cascadas, ni selvas, ni desiertos o mega ciudades. En su simpleza radica su belleza, ¿o no dicen por ahí que menos es más? Mis ojos se pierden entre el verde de los cerros, las aves rapaces que planean y los molinos de viento sobre las sierras de los caracoles. Mi mente queda en blanco al escuchar el silencio y el viento.
Llegando a viña Edén lo primero que veo son los rosales plantados a los pies de los numerosos caminos de vid. Según me dijeron, el rosal al ser más frágil que la vid, sirve como termómetro de salud del viñedo. Si el rosal se enferma la viña podría tener problemas, en cambio si las rosas están hermosas no hay de que preocuparse. Si cumple o no esa función no lo sé, pero visualmente es precioso.
El viñedo se ubica sobre las sierras de pueblo Edén, un lugar con excelentes características de suelo para la producción de vino y un entorno natural impactante para el visitante. No en vano Francisco Piria incursionó en el mundo del vino con plantaciones de viñedos por la zona.
Viña Edén es una bodega sostenible que utiliza paneles solares y molinos de viento para alimentar de energía sus instalaciones. La edificación del restaurant y la bodega tienen enormes ventanales que dan la sensación de que el exterior se mete al interior del recinto. Además de vidrio se utilizó metal de aspecto oxidado para que la construcción se pierda en el paisaje y que de esta forma el protagonista sea el entorno.
La jornada en la viña fue de mucho aprendizaje ya que toda la visita la hicimos con una guía que nos fue explicando sobre cosecha, fermentación y crianza del vino. A continuación, nos adentramos al corazón de la Sierra, al subsuelo del establecimiento donde tienen parte de su bodega y estuvimos en contacto directo con la roca. Aquí tienen una sorpresa que prefiero no romper para que se asombren como yo 😉.
Por último hicimos la degustación de vinos acompañados de panes y aderezos artesanales. La degustación consistió en un vino tinto, un blanco y un espumoso. El tinto se trataba del Tannat cemento, un vino que no pasó por roble sino que se estacionó en tanques de cemento, por lo cual es un vino más ligero con total expresión de la uva. El blanco era un Chardonnay, sumamente aromático y fresco en boca. En el caso del espumoso era un vino elaborado mediante el método champenoise. Palabras textuales de la guía: «son como estrellas que estallan en la boca» y mientras la sutileza de las burbujas se divertían en mi lengua pensé que la metáfora no podía ser más perfecta.
Nos quedamos un rato más sacado un par de fotografías y nos fuimos a seguir con la próxima parada de la que teníamos muchas expectativas, Casapueblo.
Quiero agradecer especialmente a Daytorus4u que nos proporcionó paseos increíbles! Daytours4you es una plataforma online dedicada a ofrecer tours y actividades a los viajeros independientes que visitan América del Sur garantizando la mejor experiencia. Si quieres replicar nuestro paseo en el viñedo puedes comprarlo clickeando aquí.
Casapueblo
Sólo un corazón de artista podía descubrir la belleza del lomo de la ballena cuando aún no había nada, salvo algunos intrépidos pescadores que le hacían frente al desolado paisaje. Sólo los ojos de un pintor podía ver belleza en un territorio inhabitado e inhóspito. Ese paisaje de mar infinito que se une con el cielo en el horizonte en una dirección y en la otra con hermosas serranías fue el lugar elegido por Carlos Páez Vilaró para construir su taller. Con los años se convirtió en un ícono cultural y arquitectónico del Uruguay.
Casapueblo es más que una casa de pasadizos intrincados y caprichosos que cuelga de la roca de cara al sol y al mar. Fue la casa-taller de Carlos y una obra en si misma, moldeada y soñada por el artista. No sigue planos arquitectónicos y se encuentra de brazos abiertos para albergar a quien la quiera habitar. Fue la guarida del artista, el remanso de los desvalidos, la inspiración de los artistas, incluido él mismo. Su construcción casi humana abrazó al pueblo que tanto le aportó en sus obras plásticas.
Atraído por el folclor de los pueblos, los colores vibrantes, los trazos de Picasso y la experimentación con los diferentes materiales, Carlos incursionó en la pintura, la cerámica y la escultura, por lo que podemos encontrar aquí diferentes obras realizadas en distintas etapas de su vida.
El museo además cuenta con una sala de cine en la que se proyecta un pequeño documental sobre su vida y obra. Abre todos los días desde las 10 de la mañana hasta la puesta de sol, el momento predilecto por los visitantes.
Mientras la tarde avanzaba aprovechamos a preparar un delicioso mate para contemplar el atardecer. Siempre he sentido un especial magnetismo por los atardeceres. Es una de mis horas favoritas del día y lo considero un regalo, un pequeño milagro que ocurre todos los días y que muchas veces pasa desapercibido. Pero no acá, no en Casapueblo. Todos los días al anochecer se realiza la ceremonia del sol. La voz de Carlos Páez Vilaró sale por los parlantes recitando un poema dedicado al astro mientras éste se va sumergiendo en las aguas.
Cronometrado a la perfección termina cuando el sol se esconde detrás del horizonte y nos deja esa sensación de que los finales también pueden ser hermosos.
Y así, silenciosa, fue entrando la noche mientras la tarde se despedía divertida pintando el cielo con pinceladas rojas, violetas y amarillas. ¿Qué sentiría Carlos solo con esa inmensidad de agua y cielo frente a él? No me extraña hayan brotado versos tan bonitos al tener el privilegio de ver este acontecimiento a diario.
Domingo
Luego de desayunar nos dirigimos al puerto de Punta del Este para emprender un precioso paseo a isla de lobos. Uruguay tiene las colonia de lobos marinos más grande de América del Sur y nos pareció una excelente manera de mostrar este patrimonio natural yendo hasta allí. Pero si hay algo que todo viajero debe tener es flexibilidad para adaptarse a las eventualidades. Lamentablemente el clima no nos ayudó y no pudimos embarcar. Pero si el clima acompaña tu estadía y quieres realizar este paseo sólo debes clikear aquí.
Con este panorama decidimos aprovechar el tiempo y pasear por el precioso puerto deportivo de Punta del Este.
Aquí se congregan embarcaciones de todo tipo y color, puestos de pescado fresco y por supuesto algún que otro lobo marino que aprovecha las sobras de pescado.
Desde el puerto salimos a pie a recorrer parte de la península. Nos acercamos hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, patrona de Punta del Este. Esta preciosa parroquia de color celeste y blanco se encuentra entre las calles 5 y 12, frente al Faro. Además sobre la rambla, cerca de la playa Emir, se encuentra la ermita de la virgen. Muchos fieles se acercan a este altar entre las rocas para pedir y agradecer a la virgen.
El Faro de la ciudad se trata de una construcción que data del 1860 y se encuentra en perfecto estado. Muchos de los materiales para su construcción fueron traídos de Europa.
De momento no está abierto al público. Los faros son un fetiche que tengo, así que seguiré acumulando ganas de alguna vez subir y poder ver la vista del balneario desde allá arriba.
Reflexiones finales
Así como hay lugares en el Uruguay que son desmerecidos porque aparentemente no son pintorescos o son «aburridos», Punta del Este se la cataloga de cara, demasiado chic o que sólo es un destino de playa.
Punta del este tiene infinidad de caras como los prismas, es un camaleón que despliega todos sus colores en museos y galerías de arte, viñedos y bodegas, alturas sobre las sierras que la rodean, naturaleza en sus parques, turismo sostenible con avistamiento de aves y ballenas, paseos en barco, gastronomía y deporte. Cercanía a otros lugares llenos de encanto como Pueblo Edén, José Ignacio, Laguna Garzón, Pueblo Garzón, Piriápolis, San Carlos. No sólo el balneario tiene mil actividades, sino que se puede utilizar como polo logístico para recorrer varios kilómetros a la redonda y descubrir otros rincones del departamento.
Es necesario reforzar las propuestas fuera de lo que es la playa. Les puedo asegurar que son tantas las opciones para hacer que un fin de semana no alcanza y éste es un claro ejemplo de eso. La visitamos durante dos días y sólo pudios hacer 1/4 de las actividades que ofrece el destino.
Ojalá este pequeño aporte te sirva para querer investigar más y animarte a viajar también fuera de temporada. Es mejor para tu economía, habrá mucha menos gente y aprovecharás de un montón de actividades que siempre están pero que por ir a la playa no las hacés.
Anto!!! Fue un placer compartir este encuentro aquí en Punta con vos!!! Vos misma te diste cuenta que mucho más allá de las playas (que son decenas y divinas) Punta tiene historia, museos, viñas, plazas y mucho más para disfrutar tanto los días nublados de verano, como durante media estación. Obviamente un fin de semana no alcanza para conocer todo, así que ya espero tu regreso!!!
Lo mismo digo Cari! y seguro me tendrás nuevamente por allí! Indudablemente Punta es un destino para todo el año con mil y una actividades!
Buenísima toda la info Anto 👏🏻👏🏻👏🏻
Me alegro haya gustado! Abrazo! 😊
Excelente post Anto! Mucha poesía y leño de imágenes visuales al leer! Felicitaciones!!!
Lleno*
Que lindas palabras Mauri! Muchas gracias! Es un placer saber que se cumple con el cometido cuando uno escribe,transportar la mente y el corazón a los lugares 😍. Abrazo!
Me encanto, muy buen post Anto!!!! Felicitaciones 👏🏻👏🏻👏🏻
Muchas gracias Lucas! Abrazo! 😃
Que bueno Anto! Me encantó todo el artículo y el video de los chicos al final! Vamos por más!
Muchas gracias Eva! Siempre por más! 📸🇺🇾💪