Durante el 28 y 29 de setiembre referentes en viajes y turismo, fotografía, publicidad y periodismo nos reunimos en Conchillas, una pequeña localidad uruguaya, con el objetivo de generar contenido sobre su oferta turística. De esta manera Conchillas se convirtió en la piedra fundamental de un proyecto más grande y ambicioso: promover lugares y actividades que por determinados motivos quedan excluidos del circuito turístico convencional y así animar a más personas a descubrir Uruguay.
Con el apoyo de diferentes sponsors que creyeron en nuestro proyecto pudimos llevar a cabo esta aventura. EUROPCAR nos facilitó los vehículos para trasladarnos y llevar los equipos de forma mas cómoda, La Selva amenizó los momentos con sus exquisitos productos (yerbas y tes), las Cabañas del Lago Maria Maria nos hospedó en sus cómodas instalaciones durante el fin de semana y los viñedos y bodegas Fripp nos abrieron sus puertas para agasajarnos con sus exquisitos vinos.
Sin más preámbulos…..Conchillas
Ubicada en un enclave estratégico, Conchillas se encuentra entre dos grandes del departamento de Colonia. A medio camino entre la mítica Colonia del Sacramento, con su casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y la hermosa ciudad de Carmelo, con sus bodegas y playas; esta pequeña localidad a veces pasa desapercibida. Entonces, ¿por qué es interesante visitarla? La respuesta es su rica historia, su tranquilidad y naturaleza.
Hace poco más de 130 años, cuando el gobierno de Buenos Aires planificaba la construcción de su puerto, eran necesarias materias primas como roca y arena. Fue así que la compañía inglesa Walker y Cía. ancló en esta zona para explotar estos recursos. Se gestó un pueblo inglés foráneo que impregnó en esta zona del Uruguay su cultura, con la construcción de su iglesia anglicana, su cementerio y su forma de trabajo. Este pueblo levantado por los ingleses buscó alojar en un principio a una enorme cantidad de personas de distintas nacionalidades que se acercaban a trabajar en las canteras y médanos. Un pueblo que supo tener su propia moneda, un hotel que albergaba hasta 200 personas y un comercio que importaba y exportaba productos a Inglaterra.
Desvirtualizando
Sólo algunos de los integrantes del grupo se conocían personalmente, por lo tanto esta actividad acercó los vínculos más allá de las redes sociales, para pasar a compartir un fin de semana espectacular.
Nacho, Mauri, Tati, Carina y yo nos reunimos en Montevideo para hacer ruta y compartir unos ricos amargos. Por residir cerca de la zona, parte del equipo nos esperaba en Conchillas, tal es el caso de Luis, Evangelina y Lucas.
¿Quienes son los integrantes de este grupo multifacético? Nacho Olivera es la cara detrás de @turistaenuruguay, una propuesta de redes sociales que nos acerca a la cultura uruguaya y sus destinos turísticos. Tatiana Mir y Mauricio Carballo llevan adelante @descubre_uruguay, un perfil de instagram donde comparten fotos propias y de diferentes cuentas sobre rincones del Uruguay. Además en su blog www.descubreuruguay.com comparten mucha info de nuestro país. Carina Fossati (@carifossati) es periodista especializada en viajes y turismo. En su blog www.hillstoheels.net comparte destinos en Uruguay y el mundo. Luis Marchetti (@luis_marchetti) es emprendedor, fotógrafo y creador de contenidos audiovisuales oriundo de Conchillas. Evangelina Espiga (@evangelinaespiga) y Lucas Bornisch (@lbornisich) son fotógrafos residentes de Carmelo y Gimena Goyas (@gimegoyas) es fotógrafa y community manager.
La jornada comenzó con un día de sol espectacular que aparentaba seguir así durante todo el fin de semana. El punto de encuentro fueron las Cabañas del Lago Maria Maria. El alojamiento cuenta con piscina al aire libre, restaurante y conexión WiFi gratuita en las zonas comunes. Tiene un lago artificial y está rodeado de un precioso entorno natural.
En este marco, algunos de los compañeros nos quedamos realizando fotografías de las instalaciones mientras otro grupo fue a conocer Montes del Plata. Al medio día, nuevamente en las cabañas, compartimos un lindo almuerzo.
Un poco de historia
En la tarde nos dedicamos a recorrer el centro del pueblo y sus alrededores. Es así que con cámara en mano fuimos a visitar las construcciones más pintorescas de Conchillas. En la época en que aún se explotaba las canteras de roca, se instalaron las casas que hoy dan impronta al pueblo. Se trata de casas de piedra, pintadas de amarillo con techo de zinc rojos a dos aguas, en las que vivían los trabajadores, declaradas hoy en día Monumento Histórico Nacional.
Están muy bien conservadas y algunas cuentan con pequeños jardines delanteros que sus dueños cuidan y embellecen con árboles frutales, generalmente limoneros y naranjos.
Luego nos fuimos a fotear lo que era el antiguo Hotel de Conchillas, una construcción que data de 1911. Destinado a alojar al personal jerárquico de Inglaterra, este hotel con capacidad de hasta 200 personas se construyó en forma de U en torno a un patio interior. Contaba con cancha de bochas y tenis y por si fuera poco todo el equipamiento fue traído íntegramente de Inglaterra.
Desde allí nos fuimos a descubrir Pueblo Gil, una pequeña localidad pegada a Conchillas. Paseamos por su calle principal donde pudimos apreciar la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes y la estructura de lo que fue el antiguo cine «Libertad». Siempre que veo estas grandes estructuras cerradas pienso en el potencial que se pierde al no hallarle un nuevo uso. Cierro los ojos y pienso como la vida transitaba en estos escenarios, siendo para sus habitantes quizás, el centro de sus actividades recreativas.
Una puesta de sol muy especial
Para terminar la jornada, con nuestro matecito pronto, nos fuimos a ver el atardecer al balneario de Conchillas, ubicado a cinco kilómetros del centro del pueblo. Nos contaba Luis que muchas personas tienen aquí sus casas de veraneo. Otra cosa que llamó mi atención es que a pocas cuadras de la playa se encuentra uno de los pocos hoteles all inclusive del Uruguay, el Hotel West Colonia. Quien diría que en un lugar tan tranquilo habría un servicio de esa categoría. Otro punto interesante para destacar es que sobre la desembocadura del Arroyo San Francisco hay un pequeño atracadero de yates.
A la hora indicada el rey sol se despidió con un maravilloso espectáculo cerrando este hermoso día.
Noche en Conchillas
Para los amantes de la fotografía nocturna Conchillas es un destino ideal. Al ser una zona poco poblada y con poca contaminación lumínica se pueden hacer lindas tomas del cielo estrellado. Si bien había visto ese estilo de imágenes nunca participé de la experiencia de salir a buscar la vía láctea para fotografiarla. Mauricio que tenía experiencia en esta actividad, nos enseñó los parámetros y condiciones necesarias para realizarlas. Además nos mostró unas aplicaciones para el celular que me parecieron muy divertidas y enriquecedoras.
Luego cenamos en el parador de las Cabañas y al sobre para empezar el domingo con toda la energía.
Viñedos y Bodegas Fripp
El domingo volvió amanecer radiante, un clima ideal para el paseo que íbamos a realizar. Viñedos y Bodegas Fripp abrieron sus puertas para que participáramos de una exquisita degustación de vinos y contarnos el proceso de elaboración de esta bebida.
Se trata de un establecimiento familiar que si bien se ha dedicado en mayor medida a los vinos de mesa, están en una nueva etapa para dar paso a la producción de vinos finos de alta calidad. Las cepas que cosechan son Cabernet, Cabernet Franc, Merlot, Tannat y Marcelan. Además están sumando un proyecto de enoturismo para el cual se diagramó una sala de degustaciones y venta directa. Si bien aún no está todo pronto para recibir al turista, si están por la zona los invito a que se den una vueltita por allí, los van a atender con una enorme sonrisa y podrán comprar algunos de sus productos.
Sin dudas la visita a los viñedos es un tipo de modalidad turística que corta la estacionalidad, haciendo que los visitantes tengan motivos para visitar un lugar fuera de la temporada estival. Diversifica la oferta, nos da la posibilidad de estar en contacto con la naturaleza y nos acerca a la pasión y el sacrificio que sus trabajadores le ponen a una de las bebidas más populares del mundo.
Un viaje al pasado
Nuestra jornada continuó con la visita a «Casa Evans». Este antiguo edificio funcionó como almacén de ramos generales que cubría las necesidades de la población con variados productos. Debido a la importancia del negocio, el gobierno de ese momento autorizó el uso de una moneda propia. Pero ese no fue solamente el legado que David Evans dejó. El comerciante ayudó a agricultores, empleados y vecinos, por lo que se lo recuerda con mucho cariño e incluso la calle principal del pueblo lleva su nombre.
Adriana Sosa fue nuestra guía, contándonos historias de la familia Evans, detalles de la construcción del edificio, la forma de vida del pueblo y sus personajes más destacados. Es un placer encontrar personas que aman su trabajo y transmiten sus conocimientos de esta manera.
Casa Evans funciona hoy en día una parte como museo, otra como salón de fiestas e incluso otra sección como salón donde se dictan clases de inglés y danza para los habitantes del pueblo.
Aquí también se realiza año a año el Concurso Nacional de mesas de té. En octubre, el mes aniversario del pueblo, se lleva a cabo el concurso buscando reivindicar las raíces británicas de los habitantes. Debido a esta iniciativa en 2013 Conchillas recibió el premio «Pueblo turístico». Se toma el té y se preparan deliciosos postres típicos, scons, mermelada de naranja con la conjunción perfecta de vajilla de época para unir culturas y tiempos lejanos.
Cementerio
Después de visitar casa Evans nos dirigimos al cementerio de Conchillas. Aquí descansan los restos de los fundadores, así como distintas figuras del pueblo. Declarado de interés departamental en 1998 muchas lápidas tienen inscripciones en inglés y alemán, reflejando la diversidad de nacionalidades que vivían aquí.
Los tres clavitos
Este predio rodeado de naturaleza esta ubicado cerca del lugar donde se extraía la piedra en tiempos de Walker y cía. Hoy en día es una zona de esparcimiento para los habitantes y visitantes. Cuenta con mesas, carteles de señalización y una zona donde corre un pequeño flujo de agua.
El puente la Armonia se encuentra ubicado al costado de «Los Tres Clavitos»
Reflexiones finales
Recorrer estas pequeñas localidades del interior del país me deja la sensación de que el tiempo no transcurre. La gente duerme la siesta, otros toman mate en la puerta de sus casas o riegan las plantas y cada tanto ves pasar una bicicleta mientras te saludan con la mano aunque no los conozcas. Todo es apacible y no sucede nada más que la cotidianidad. Por eso muchos uruguayos dicen «acá no pasa nada» o «acá no hay nada para hacer», pero en definitiva ese es el atractivo. Ver como se vive en estos lugares y cual es su impronta.
Como muchas historias de pueblos alzados en la vorágine industrial, luego de que las empresas se van, se crea cierto estancamiento y mucha gente opta irse de allí. Hoy en día la historia se repite cuando la conjunción de capitales finlandeses y chilenos instala Montes del Plata reactivando la economía del pueblo y aledaños.
Conocer Conchillas es conocer el pasado y el presente de Uruguay y quiero creer que siendo visitantes y promoviendo sus atractivos ponemos nuestro granito de arena para correr el curso de la historia, rompiendo el legado de dependencia que los ata desde hace tanto tiempo al sector privado. Quiero creer que es poner en valor la zona, darle oportunidades a los habitantes, otorgándoles la posibilidad de decidir entre otras opciones de empleo, como puede ser el turismo. Es poner en valor el pasado, para entender el presente y pensar en el futuro que queremos para estos lugares cargados de historia.
Excelente post Anto! Realmente fue así que se vivió, parecíamos niños chicos en una juguetería… se formó un grupo hermoso que fomentó una buena energía y logró crear contenido de calidad. Por parte de Conchillas, me pareció un lugar súper interesante para conocer y me atrevo a decir que nos faltó tiempo, un fin de semana no alcanza. A veces se tienen prejuicios de ciertos lugares por ser pequeños o poco visitados. Como reflexión final diría que Conchillas demuestra que es necesario conocer cada rincón del país, o del mundo, por pequeño que parezca y ahí estaremos nosotros para demostrar los atractivos de cada rincón del país. Felicitaciones por el artículo!
Muchas gracias! Que lindas palabras! Realmente se pasó precioso 😊. Coincido plenamente que todos los lugares valen la pena. De eso se trata de descubrir y explorar para enriquecernos como personas.
Anto fue un placer compartir esta experiencia con vos y todo el equipo, sin duda tanto Conchillas como otra decena (¡o centena!) de rincones de nuestro país tienen un gran encanto pero están fuera del circuito de difusión turística, por lo que blogs como el tuyo nos hacen un gran bien a todos nosotros como uruguayos.
Lo mismo digo! Un placer compartir ambas jornadas con todo el grupete! Uruguay es un país hermoso y necesita mucha más difusión de la que tiene, así que ahí estaremos nosotros aportando nuestro granito de arena 😉