Pueblo Edén es un pequeño poblado Ferandino en el que viven unas 80 personas de forma permanente. Su marca registrada es la tranquilidad, el estilo de vida despreocupado y el sentido de comunidad de sus pobladores. Apenas cruzas la entrada del pueblo que se accede por ruta 12, se respira ese aire. Todas las calles tienen carteles haciendo alusión a lo que mencionaba antes. Los carteles dicen cosas como: anda despacio, no vueles; o aquí nos tomamos la vida con mucha calma. Es divertido recorrer e irse encontrando en el camino estos mensajes, uno se va familiarizando con esta sintonía de vida.
Hace algunos años, Roberto Giordano (el famoso estilista Argentino), compró unos terrenos cercanos al pueblo. Sus pobladores pensaron que sería el fin de la tranquilidad y de mantener en secreto la existencia del pueblo. Sin embargo, favoreció la monetarización de los terrenos de la zona y por suerte para todos, sigue estando alejado de los grandes tráficos de turismo. No hay enormes edificaciones, las calles son de tierra y los habitantes siguen siendo muy pocos, pese a que unos cuantos extranjeros decidieron afincarse ahí. Tiene una plaza central muy prolija y rodeando la misma está la iglesia y la escuela.
A media cuadra de la plaza encontramos el único restaurant del pueblo: La Posta de Vaimaca. Los dueños del restaurant, vivían anteriormente en Maldonado. Un domingo, vieron publicado en los clasificados del Gallito Luis un terreno que se vendía en Pueblo Edén por 450 dólares. Ese era el dinero que tenían guardado para comprarse una cámara filmadora. Pero como dice el dicho: la curiosidad mató al gato. Fueron hasta el pueblo a ver el terreno, se enamoraron del lugar y decidieron utilizar esos ahorros para comprarlo. Así comenzó la historia del restaurant y hoy en día llevan adelante este emprendimiento cocinando comida casera de alta calidad. Como anécdota les cuento que la cámara filmadora la compraron…pero en cuotas 😉.
El salón principal de la Posta de Vaimaca me hace acuerdo a un bar tipo pulpería, con decoración de campaña, guitarras, herrajes y una esquina dedicada a nuestros indígenas. Tiene un patio exterior que pueden disfrutar cuando hay buen clima.
Por lo general trabajan con reservas ya que organizan los menús diarios en base a la cantidad de comensales. Nosotros sin saber, caímos sin reserva. Para nuestra suerte quedaban un par de platos.
Las pastas caseras, el cordero y el conejo son la base de los ingredientes que utilizan para armar los menus diarios. Pablo pidió tallarines caseros con tuco y yo aproveché a probar por primera vez conejo. Éste venía presentado con una salsa de mostaza acompañado por un boniato glaseado. La costrita del azúcar quemada por encima, que cosa rica! Nunca había comido un boniato tan delicioso! En cuanto a la carne, me encantó, super magra. Además nos trajeron pancitos caseros.
Cuando estábamos terminando de comer entra un matrimonio y preguntan en el mostrador si servían café o té. “—Nosotros no vendemos. Los que se dedican a ese tipo de cosas son los de la casita de chocolate. Ahí van a poder tomarse un cafecito y comer algo rico. En el pueblo cada uno tiene su rubro para no sacarnos clientela. Entre todos tratamos de cuidarnos.” La respuesta me sorprendió. Entendí en esa respuesta que la gente de pueblo Edén no tiene el pensamiento de muchos citadinos. Piensan en comunidad, si le va bien a los otros, también me va bien a mí. Todo sería diferente si nos contagiaramos un poco con esta forma de hacer las cosas ¿no les parece? Terminamos de almorzar y nos fuimos a hacer sobremesa a la casita de chocolate.
Los dueños de la Casita de chocolate son una pareja joven que se dedica a atender y preparar deliciosas recetas de bombones y tortas. También se puede disfrutar de un rico café, té, jugos y todo lo relativo a confitería.
La edificación del establecimiento es una bioconstrucción. Para los que no saben, las bioconstrucciones son edificaciones construidas con materiales de bajo impacto ambiental o piezas recicladas. Las paredes son de barro y algunas de ellas tienen enterradas botellas de vidrio de colores que hacen más cálida la iluminación natural.
Las mesas y sillas son todas diferentes, al igual que la vajilla. Nadie va a recibir la misma taza o plato a la hora de pedir algo. En un rinconcito hay una pequeña biblioteca para quien desee distenderse con un buen libro. Todo es tan ameno que dan ganas de quedarse horas y horas disfrutando de todo.
Pedimos un experesso para cada uno (me toco una tacita de café divina, de esas antiguas, con bordes dorados), una espuma de limón (un postre parecido al lemon pie pero mucho más liviano) y unos bombones de chocolate negro rellenos de crema de lavanda. Si, como leen, lavanda! No se imaginan lo rico que queda! Hay otros sabores de bombones para elegir, jengibre confitado, los clásicos con dulce de leche entre otros.
Resumiendo, si quieren pasar un día distendido, respirando aire puro, bajando la velocidad que uno trae del día a día viviendo en la ciudad y encima comer de 10, vengan a Pueblo Edén.
Si van: El Pueblo queda en el kilómetro 30 de la ruta 12. Les dejo un mapita para que se ubiquen.
La verdad felicitarte por la forma de contar cada uno de los lugares que conoces , desconocia el valor de los terrenos antiguamente,
450 dólares !!! increible !! Antes se ve que estaban mas accesibles los precios y lograr vivir donde reine el silencio y la vida pausada,lo conoci hace un par de años
y unos de los carteles que admire fue » andá despacio, no vueles » quedo para siempre
en mi retina ! lo guardo en mi memoria de una manera tan especial, que me sirve
cuando viajo en moto por uruguay, la tranquilidad de dicho lugar genera esa paz y tranquilidad
que los lugareños siempre brindan una frase que lo dice todo » mejor que todo sea asi » jaja
tuve la oportunidad de acampar durante 2 dias y la verdad que aprendi mucho de un lugar tan especial,
a la misma vez recuerdo villa serrana no se si ya conoces tú ? uno de los letreros » ya llegó a villa serrana afloje la sincha » haciendo referencia afloje al accelerador, relajese y dejese llevar, ahi mismo la energia del lugar te empieza a llevar, llegas a la represa Stewart Vargas con su puente que atraviesa dicho lago, sin dudas una postal que nuevamente se viene a mi mente en este momento, seguis subiendo y tenes ventorrillo de la buena vista, el baño de la india ? uff lugares mágicos y sobre misticos , y lo mas loco de todo sabes que es ? son gratis !! eso es lo mágico de estas maravillas
que tenemos en nuestro uruguay, hace 15 dias atrás visite e hice la ruta de los charrúas por el salsipuedes grande , conoci el lugar dónde fue la masacre mas grande a los charrúas, mucha tristeza por cierto, continue el camino y llegue al poblado tiatucura , ultimo censo
del lugar año 2011 registra que solo 49 personas viven alli hoy en dia , luego llegue al castillo Morató ufff tengo muchas cosas para contarte jaja !! sin dudas tenemos un uruguay olvidado por descubrir , la verdad me encantó tu página ! voy a seguir conociendo un poco mas de tus viajes !!! horacio 🙂
Muchas gracias a ti por leerme! No he tenido el agrado aún de conocer los lugares que mencionas….nuestro país tiene tantos y hermosos rincones que ufff…si habrá para seguir descubriendo. Gracias por compartir tus experiencias también…Abrazo!